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03jul12


Una testigo aseguró que vio a Marita Verón dos veces en un prostíbulo de La Rioja


Otra mujer que también estuvo cautiva en un burdel de La Rioja vio y habló allí con Marita Verón, según relató hoy en el juicio oral por el presunto secuestro de esta joven tucumana por una red de prostitución en 2002.

Al igual que lo había hecho antes la porteña Andrea Romero -quien declaró que conversó con Marita en 2003, cuando ambas eran esclavizadas en el prostíbulo riojano "Candy"-, la tucumana Blanca Isabel Vides, de 32 años, contó hoy que vio a Marita en dos ocasiones: en 2002 y 2003, cuando según dijo era obligada a prostituirse en El Desafío, un local cercano al anterior y manejado por algunos de los trece imputados en el juicio.

Vides testimonió acompañada por su psiquiatra, sin público en la sala y con los imputados siguiendo el debate desde otra contigua. Fue por una decisión del tribunal -objetada por los defensores- fundada en la necesidad de preservar la salud de la testigo, quien se halla bajo tratamiento psiquiátrico.

La mujer contó que, en 2002, ejercía la prostitución en el parque 9 de Julio de la capital tucumana, obligada por el padre de su hija y que éste la vendió por $ 2.000 pesos a un policía apellidado Andrada, quien la llevó a El Desafío, en La Rioja, junto con otras chicas.

Uno de los imputados es el policía riojano Domingo Pascual Andrada, quien presuntamente se ocupaba de transportar chicas a los prostíbulos riojanos. Ayer, sin embargo, la testigo dijo que no lo conocía cuando el tribunal le presentó a Andrada para que lo reconociera.

En El Desafío, narró Vides, fue entregada al ahora imputado José "Chenga" Gómez y su hermano Gonzalo "Chenguita" Gómez, que la alojaron en una pieza con otras cuatro chicas, la forzaron a acostarse con hombres y a usar el "nombre artístico" Luz.

Fue entonces, afirmó, que vio por primera vez a Marita Verón. "Era una 'doña'. Era la esposa de Don Chenga, que la trajo con las otras 'doñas'. Todo El Desafío rumoreaba quién era. Era más importante, una 'doña' es la esposa de un 'don', se les debía respeto", dijo.

Vides recordó que Marita estaba en ropa interior, tenía el pelo teñido, "una cicatriz de cesárea en la panza" y la mirada triste. "Todos decían que era la chica que buscaban en Tucumán", agregó.

Más adelante en su relato, la mujer explicó cómo escapó de El Desafío por un ventiluz del baño, regresó a su hogar en Tucumán e intentó denunciar lo que había visto en una comisaría. "Pero no me dieron bolilla", aseguró.

Más tarde, contó que fue secuestrada en una tienda coreana de ropa por un hombre que le puso en la boca un pañuelo con algo que la hizo desvanecer, para recobrar el conocimiento en El Desafío.

Fue durante su segundo cautiverio que, contó, vio nuevamente a Marita. "Estaba muy triste en el salón, con ropa interior color rojo. '¿Tu eres Marita Verón'?, le pregunté. Me contestó que sí y yo le dije que su madre la estaba buscando. Ella me dijo que la extrañaba mucho, lo mismo que a su hija. Me advirtió que me alejara de ella porque iba a tener problemas", relató.

Vides añadió que "Chenga" se llevó a Marita, que por la noche no estaba en el local y que "la cocinera les había dicho que ese día iban a trasladar a las chicas a España.

Luego, la testigo contó que se escapó por segunda vez del prostíbulo junto con otras chicas y con la ayuda de un camionero. Una de sus compañeras de fuga, llamada Paola, le dijo que llevaba consigo una carta de Marita para su madre, pero nunca pudo entregarla porque fue detenida con las otras chicas por la Policía, que las llevó de vuelta a El Desafío. Ella, en cambio, dijo, se salvó porque se escondió en un hueco debajo de la cama del camión.

"A Paola no la volví a ver nunca más. Escuché que la habían matado", manifestó.

[Fuente: Por Rubén Elsinger, Clarín, Bs As, 03jul12]

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