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02ene08
La UOM desafía el poder de Moyano
Queda mucho por andar en la novela por la sucesión o no de Hugo Moyano al frente de la CGT y nada estará dicho hasta el congreso sindical de julio que lo decida.
El camionero se adjudicó una victoria indiscutible, a los fines de su continuidad como titular de la central obrera, con el gesto político que representó la visita que le hizo el ex presidente Néstor Kirchner y ministros de su gabinete (los mismos que ahora integran el Gobierno de Cristina Kirchner) en el sindicato de peones de taxis.
Sin embargo, uno de los candidatos a darle pelea a Moyano, el secretario general de la UOM (metalúrgicos), Antonio Caló, utilizó la diplomacia para demostrar que debía tenérselo en cuenta en la lucha de poder: "En este momento, está el compañero Moyano para cumplir su mandato hasta el 30 de junio. Si tiene que continuar Moyano, será Moyano, y si tiene que ser Caló, será Caló".
Para añadir un toque de inocencia a su declaración de fin de año, dijo: "Eso lo van a decir los compañeros que tienen que discutir el tema. Ahora nadie compite contra nadie, sería un poco desprolijo competir antes que venza el mandato".
Con astucia, los aliados del camionero dan por seguro que Caló apoyará la reelección de Moyano. Desde hace un año que la UOM integra la Comisión de Industria en la CGT y participa de los encuentros de la "mesa chica", que convoca el moyanismo puro y sus dirigentes cercanos.
Pero fiel a la característica histórica de la UOM de jugar un supuesto papel independiente de los sectores en pugna, Caló también suele dialogar con Gerardo Martínez (Uocra) y Andrés Rodríguez (UPCN, estatal), los más equidistantes del poder de Moyano. Y hasta se acerca a Luis Barrionuevo, el rival más enconado que tiene el camionero.
Con quienes mantiene distancia es con "los Gordos", que buscan junto con Barrionuevo a un candidato de suficiente respaldo para enfrentar el poder de Moyano. En la línea de los rebeldes -ahora que Gerardo Martínez descartó su postulación-, el hombre ideal para ellos sería Caló.
Pero de la misma manera en que guarda las formas, Caló quiere una CGT unida (no como ahora que barrionuevistas y "Gordos" se fueron del consejo directivo gremial peleados con Moyano) y jamás aceptaría ser elegido sin el consentimiento unánime de todos los sectores. "En junio, discutiremos entre sindicalistas, nos pondremos de acuerdo, bregaremos por la unidad y ahí se verá el que sea mejor para ese momento", dijo Caló.
Mientras, en el barrionuevismo no habrá tregua. En el chalet que posee el gastronómico en Punta Mogotes, Mar del Plata, este mes almorzarán sus aliados junto con "los Gordos". Aunque está invitado, Caló no irá. Prefiere dejar que se decante finalmente un deseo de "moderación y fidelidad" de Cristina Kirchner que lo favorezca. O, en su defecto, resignarse al favoritismo de Néstor Kirchner por Moyano.
[Fuente: Por Luis Laugé, La Nación, Bs As, Arg, 02ene08]
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