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11oct11
Schoklender quiso quedarse con un terreno de la Fundación en el Chaco
Lejos de estar frenada, la causa que tiene imputados a los hermanos Sergio y Pablo Schoklender por desvío de fondos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo tuvo una semana de mucha actividad. Mientras que el juez Norberto Oyarbide ordenaba allanamientos en la sede del laboratorio Lenity y en el domicilio de la novia del menor de los hermanos para establecer si existen conexiones con la megacausa de la Mafia de los Medicamentos, desde la Fundación denunciaron el mecanismo de vaciamiento del patrimonio de la entidad que habría llevado adelante su ex apoderado y su entorno más cercano.
Puntualmente, la querella señaló el intento de "desapoderamiento" de un terreno que poseía la Fundación en la localidad de Barranqueras, en la provincia de Chaco, y sugirió un modus operandi de los Schoklender para defraudar a Madres a través de la constructora Meldorek. El abogado Eduardo Fachal le acercó a Oyarbide documentos que dan cuenta de una operación, realizada a fines de 2010, para el traspaso de la titularidad del terreno de Madres a Meldorek con la necesaria participación de Alejandro Gotkin por parte de la firma propiedad de Sergio y de su piloto Gustavo Serventich.
En su declaración ante los diputados que integran la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara Baja el 15 de septiembre, Schoklender enumeró como parte del patrimonio de su empresa el terreno en el Chaco, valuado aproximadamente en 6 millones de pesos. Previamente, en una entrevista periodística, señaló que el traspaso del extenso terreno fue realizado a favor de Meldorek, y como contrapartida entregó un departamento ubicado encima de la Casa de las Madres, una máquina para fabricar paneles y tres camionetas. "La Fundación le dio a Meldorek un terreno que tiene en Barranqueras, Chaco. Todo figura en un contrato", apuntó el ex apoderado. En rigor, el propio Schoklender en declaraciones públicas a mediados de 2010 había asegurado que Sueños Compartidos se haría cargo de la planta de la ex fábrica de sábanas Grafa, donde tenía previsto desarrollar un "completo polo industrial". "Ahí se fabricarán no sólo los paneles de poliestireno expandido y mallas acero del sistema constructivo M2, sino también puertas y ventanas, cerraduras y todo lo necesario para la ejecución de los proyectos de la Misión Sueños Compartidos en la provincia y en toda la región", señaló el ex apoderado, que también detalló las obras que allí se iban a llevar a cabo.
De acuerdo con la denuncia promovida por Fachal en noviembre pasado, la titularidad del terreno estaba a nombre de la Fundación, pero los primeros días de diciembre -seis meses después de haberse hecho cargo de la propiedad- comenzó a tramitarse el traspaso hacia la firma de Schoklender, mediante un boleto de compraventa. Según confirmaron a Tiempo Argentino fuentes cercanas al caso, Schoklender tenía planeado instalar en esa provincia una fábrica de paneles propia, y su hermano Pablo firmó el boleto de compraventa a favor de la firma, cuyo pago no era en dinero, sino con futuras obras y con la provisión de paneles de poliestireno expandido.
Con la partida de Sergio de la Fundación y su escandalosa pelea con Pablo, el primer boleto quedó desechado. Pero según varios testigos, Schoklender volvió a reclamar para sí el terreno. A condición de dar por aprobada el acta de su renuncia, esta vez ofreció a cambio una paneladora -supuestamente diseñada por Meldorek, pero cuyo origen estaría en duda a partir de una denuncia por plagio de la patente-, dos camionetas Citröen Berlingo y el departamento en el edificio contiguo a la Fundación que estaba a su nombre pero supuestamente había sido pagado con dinero de Madres. En la primera quincena de mayo se firmó el segundo boleto de compraventa bajo la supervisión de Pablo y de Gotkin. Apenas el escándalo salió a la luz, ambos acordaron dejar sin efecto la escrituración y revocaron el boleto firmado.
[Fuente: Por Gabriel Morini, El Argentino, Bs As, 11oct11]
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