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05jun18
Ocuparon el ingenio San Isidro pacíficamente unos 200 obreros
En la mañana de ayer, alrededor de las 11, un grupo de cerca de 200 trabajadores del ingenio San Isidro ingresó a la fábrica de la empresa, concretando con ese acto una toma pacifica con la finalidad de manifestarse en contra de la falta de respuestas, tanto del poder político nacional y provincial como del grupo Gloria, actual propietario del ingenio.
La decisión de ingresar a la fábrica y ocuparla de manera pacífica surgió en una asamblea llevada a cabo en el Sindicato del Azúcar (Soeasi) más temprano, cuando se votó esta moción, que fue aprobada en forma unánime por los más de 200 obreros presentes.
Terminada la asamblea, los trabajadores encabezados por el secretario gremial, Mariano Cuenca, se encaminaron hacia el ingenio para ingresar al predio por un sector donde el alambrado se encontraba defectuoso. "Estamos aquí porque no obtuvimos respuesta de nadie: ni de las autoridades nacionales ni las provinciales ni las municipales. Y menos del grupo Gloria, quienes cerraron la fábrica sin importarles lo que pudiera pasar con los trabajadores que por años les hicieron ganar millones de dólares", dijo .
"El único objetivo de esta firma el único fin de esos empresarios, fue siempre vulnerar los derechos laborales de los cerca de 800 empleados", manifestó Cuenca a los medios presentes. Y mantuvo además una charla con el comisario mayor Luis Yugra, jefe de la Policía en Campo Santo, brindándole la tranquilidad acerca de que la toma sería totalmente pacífica.
"Para nosotros esta es nuestra casa y nunca le haríamos un daño. Lo que queremos es prepararnos hasta donde podamos y estar listos para cuando se reinicie la actividad azucarera. Para esto, no estamos vestidos como piqueteros sino con nuestra ropa de trabajo de todos los días, como trabajadores que somos", dijo.
Carcome la impaciencia
Cuenca también hizo mención a la urgencia de una solución cuando explicó: "Estamos con los plazos vencidos para el inicio de la zafra azucarera. Nosotros fuimos pacientes y presentamos varias propuestas para salvar la situación, entre ellas un proyecto de expropiación de las instalaciones, pero no logramos el acompañamiento del Gobierno provincial, y ni siquiera de nuestros propios legisladores del departamento G emes. El problema es que si los cañeros independientes deciden vender su producción a otros ingenios, entonces estaríamos en serios problemas, porque el 60% de la caña que se muele en el San Isidro proviene de los cañeros independientes y solo un 40% se cubre con la producción propia de caña".
Sobre la posibilidad de que se produzca un desalojo ordenado por la Justicia, Cuenca expresó: "Tal vez, frente a una denuncia de los dueños del ingenio, la Justicia actúe rápido y mande a desalojarnos, porque parece que esta justicia está a favor de los poderosos y no del lado del pueblo".
La permanencia de los trabajadores del ingenio continuará hasta que el pedido de solución tenga un eco favorable, según manifestaron a coro los ocupantes.
Mucho se habló con respecto a la venta del ingenio en estos cuatro meses, pero con las últimas noticias de que el grupo Gloria había desestimado todas las ofertas presentadas, la desesperación hizo presa de los trabajadores y superó su paciencia. Por eso decidieron tomar el ingenio como una medida de presión a quienes tienen en sus manos la posibilidad de hallar una solución.
El cierre lleva casi cinco meses
La toma es consecuencia de una decisión adoptada por el Grupo Gloria, el 20 de enero. En aquella oportunidad, los 150 trabajadores que llegaron para tomar el primer turno se encontraron con las puertas de acceso a la fábrica completamente cerradas, con la sola presencia de personal de seguridad y un comunicado pegado en el portón que informaba el cierre.
Ese mismo día se iniciaron negociaciones con la participación de autoridades nacionales, provinciales y locales, pero ninguna llegó a buen puerto. Para los miembros del Soeasi, la empresa solo busca dejar sin trabajo a unas 100 personas, algo que habían intentado antes en dos oportunidades y la lucha gremial impidió.
Hubo marchas con el apoyo de otros ingenios y otras instituciones sociales. El gobernador Urtubey viajó a Perú para negociar una solución. Todo fue infructuoso.
Esta férrea negativa de la empresa llevó al gremio a plantear una expropiación para evitar la pérdida de más de 700 puestos de trabajo, pero tampoco hubo apoyo.
El Grupo Gloria anunció el pago del 50% de las indemnizaciones de todo el personal y pagó en marzo.
Las esperanzas renacieron cuando se supo que había interesados en comprar, pero todo quedó en la nada.
[Fuente: Por Sergio Tapia, El Tribuno, Salta, 05jun18]
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