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14oct13
Aborígenes de Embarcación piden tierras en condiciones "habitables"
Atención peligro zona no habitable" advierte un cartel. A pocos metros hay un puñado de "viviendas" levantadas con plásticos, palos y cartones, otras tienen una construcción más firme. Allí vive Griselda, una joven aborigen de la misión La Loma de Embarcación, en el norte provincial. "No sé quien puso ese cartel", aseguró. También lo desconocen otros vecinos.
Misión La Loma agrupa, desde hace tiempo, a las etnias Wichi, Guaraní y Toba. Julio Alberto Climaco, el cacique wichi, reclamó nuevas tierras en condiciones de habitabilidad para que otras familias puedan mudarse. No solo apuntó a las características topográficas, sino a la obra de un gasoducto. "Estamos sobre varios caños que transportan gas. Y ahora TGN está sumando otro. Creemos que hay un riesgo para todos. Vemos que quedaron caños viejos descubiertos. Queremos que nos reubiquen", manifestó.
Entre el año pasado y los primeros meses de 2013, se desplazó a 40 familias de ese sector a otra área, dentro de la misión. "Es una zona de desmoronamiento. Sacamos a la gente, armamos un barrio con viviendas. Se incluyeron dos cisternas para el agua y la luz", expuso el intendente de Embarcación Alfredo Llaya. Sin embargo, aún quedan familias cerca de esa fracción donde se forman socavones.
La empresa Contreras Hermanos ejecuta este año una etapa de 45 kilómetros de ampliación del gasoducto troncal Norte, entre Ballivián y el río Bermejo. La firma TGN gerencia el proyecto que forma parte de la red que nace en Campo Durán y llega hasta Pacheco, Buenos Aires.
"No tiene nada que ver la obra con que La Loma sea o no habitable. No implica ningún riesgo. Obviamente hay cuestiones y normativas de seguridad que se cumplen", sostuvo Jorge Montaldo, gerente de asuntos institucionales de TGN.
"La ampliación consiste en poner un gasoducto de 30 pulgadas paralelo al existente. Esto es necesario por la cantidad de gas que entra desde Bolivia y lo que se produce en Salta , además teniendo en cuenta la demanda que tiene la Argentina", explicó Montaldo. En los últimos años también se avanzó en otros tramos entre Campo Durán y Pichanal.
El cacique Climaco detalló que por la zona ya atraviesan caños de otras compañías e insistió en que se les debe dar tierras como sucedió años atrás con la comunidad de Villa Rallé, en Pichanal. La Organización Pueblo Guaraní, que habitaba lotes a metros del cruce de las rutas nacionales 50 y la 34, habían reclamado un nuevo lugar, ya que gasoductos de TGN corrían por la zona.
En 2005, firmaron un acuerdo con el Gobierno nacional que incluyó la entrega de un nuevo terreno, a unos tres kilómetros al norte, con la construcción de 400 viviendas, escuela y centro de salud.
"A los efectos de garantizar la seguridad de la comunidad aborigen, es necesario generar las condiciones de habitabilidad y mejoramiento de su calidad de vida en un espacio de terreno distinto al que ocupan actualmente y que reúna las características necesarias que a su vez mantengan sus estilos culturales históricos", quedó establecido en el punto cuatro del acta. Desde hace unos meses, esa comunidad ya reside en Nueva Jerusalén, Pichanal.
"Nosotros también queremos casas dignas y un lugar en condiciones para vivir", expresó Climaco. En contrapartida, Emilio Bracamontes, presidente de la comunidad La Loma negó que se necesiten nuevas hectáreas para la misión. "Ahora buscamos la forma para que la Iglesia Asamblea de Dios nos entregue este terreno, ellos aún son los propietarios", sostuvo.
Sobre la "zona no habitable", el secretario de Gobierno Federico Hanne señaló: "Tiene que ver con un socavón o con la posibilidad del avance del río sobre alguna propiedad, no tiene relación con el gasoducto".
Vivir entre la escasez de agua
Días atrás no había agua en un sector de la misión La Loma, ubicada a dos kilómetros de la ruta nacional 34, frente a Gendarmería Nacional. Los vecinos solo tenían líquido en tachos, baldes y botellas. El vital recurso proviene a través de un sistema de rebombeo, pero este año la presión es baja e incluso nula durante algunas jornadas, indicaron los aborígenes de la comunidad.
"En época de calor casi no tiene fuerza el bombeo, nos dejan sin agua. Le pedimos a la Municipalidad que nos mandara un camión cisterna, pero no llega hasta aquí", manifestó Dora a El Tribuno.
Ni para los enfermos
"Necesitamos agua para el changuito, es discapacitado", Dora señala a Genaro. El niño de 12 años tiene parálisis cerebral. Ese día estaba acostado sobre unas colchas, a la intemperie. Su madre lo sienta, al costado está su vieja silla de ruedas. "Es mi hijo. Le tengo que dar agua y queda muy poca. A esta altura del año se necesita darle más. Ahora no sale ni una gota, tenemos que comprar bidones de agua, pero cuestan caro y andamos ajustados. Ya me cansé de ir a la Municipalidad".
"Lo que hay"
Era el mediodía. No había apuro por sentarse a almorzar. "No vamos a comer, hoy no tenemos plata para comprar algo. Pasamos varios días así", dijo una de las mujeres.
En las casas aledañas, la gente cocina a leña.
"Pasan varios caños que se llevan el gas y nosotros seguimos como antes, haciendo fuego", señalaron.
Reclaman puestos de trabajo en la obra
"Vivimos de las artesanías. Se gana apenas entre $30 o $50 , depende el día. Faltan puestos de trabajo y la empresa Contreras, que construye el gasoducto, nos discrimina, no quiere tomar a nuestra gente", se lamentó Julio Climaco, cacique wichi. "A través de cartas le solicitamos trabajo a Contreras, pero toman a pocos, hasta a Infantería nos mandaron", agregó. El cacique comentó que a fines de agosto y en la primera semana de septiembre se manifestaron frente al ingreso de las instalaciones de la obra.
Ante el reclamo de la comunidad, Federico Hanne, secretario de Gobierno, aseguró que la Provincia decidió intervenir. "Sabemos que no es fácil, pero las empresas tienen que tener el poder de decidir a quien emplear y a quien no. Si bien uno sabe las necesidades y que se generan muchas expectativas cuando la obra es grande, no se puede ejercer una constante presión. Intentamos que esta cuestión se dé en un marco de legalidad. Nosotros, como Gobierno, no íbamos a generar ningún tipo acciones que lleven hacia un lado o hacia el otro sobre la toma de personal".
Por otra parte, el funcionario negó que los representantes de la comunidad hayan realizado algún pedido de tierras. "Allí ya se están mejorando viviendas y construyendo baños, que fueron sus requerimientos. No tenemos registros de más inconvenientes".
[Fuente: Por Pablo Juárez, El Tribuno, Salta, 14oct13]
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