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09mar15
Condenaron a ocho años de prisión por apremios y torturas a dos oficiales
Entre los detenidos, se encuentra el exjefe de la División de Trata de Personas. La víctima, José Cayetano Sulca, había sido demorada en mayo del año 2014 en el marco de la investigación por la desaparición de Noelia Rodríguez y durante el interrogatorio quisieron forzarlo a confesar el crimen de la joven guachipeña.
El juez Marcelo Rubio, vocal de la Sala V del Tribunal de Juicio, condenó a Rubén Ángel Aguirre (40) y a Rodrigo Iván Andrada (26) a la pena de ocho años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua por resultar autores penalmente responsables de los delitos de apremios ilegales agravados y torturas en concurso real en perjuicio de José Cayetano Sulca.
El magistrado ordenó que una vez firme la condena, se proceda a la inmediata detención de los dos imputados y les impuso la prohibición de acercamiento a 400 metros del lugar de residencia o de trabajo de la víctima.
En el mismo fallo, el juez abolvió a Daniel Armando Córdoba (44) por el beneficio de la duda y a Héctor Daniel Orquera (43) y Abel Alejandro Martín (32) por no mediar acusación en su contra.
José Cayetano Sulca presentó su denuncia el 26 de mayo de 2014. Ese día contó que el 21 de mayo de ese mismo año, alrededor de las 10, cuando él se encontraba trabajando en los cerros de la localidad de Santa Bárbara, arribaron al lugar alrededor de ocho efectivos policiales de civil y lo llevaron demorado a la Subcomisaría de Guachipas, para que prestara declaración.
Alrededor de las 23 llegaron a la dependencia y lo ingresaron a una oficina, donde había otros cinco efectivos vestidos de civil. Durante el interrogatorio le preguntaban si había matado a Noelia Rodríguez. Lo inducían a confesar el crimen al tiempo que lo golpeaban en la boca del estómago, le daban cachetadas, le tiraban de los cabellos y lo pateaban en las rodillas. Sulca precisó que fueron cuatro los efectivos que lo agredieron en ese momento.
Esa noche lo retuvieron en la Subcomisaría de Guachipas y al día siguiente (22/05/2014) lo trasladaron a la fiscalía para que declare. El denunciante precisó que en ese momento no contó que lo habían golpeado porque tenía miedo. Posteriormente lo trasladaron nuevamente a la dependencia policial de Guachipas.
Esa misma noche lo llevaron a una pieza con dos camas. Le dijeron que se tire al piso y volvieron a insistirle con que "diga la verdad", "que diga dónde estaba el cuerpo". Sulca contó que él les repetía que no sabía de qué le hablaban y que era inocente. En el lugar había ocho efectivos, pero los que lo agredían eran los mismos cuatro de la primera vez.
La víctima declaró que uno de los efectivos le introdujo el arma reglamentaria en la boca, la gatilló y posteriormente lo amenazó con volverlo a hacer, pero esta vez con la pistola cargada. Posteriormente Sulca fue liberado en Santa Bárbara.
[Fuente: El Tribuno, Prensa del Poder Judicial, Salta, 09mar15]
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