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02jun06
El gobierno busca bajar el tono a la crisis militar.
Apenas una decena de oficiales, de un total de alrededor de treinta que estuvieron en el ojo de la ministra Nilda Garré y del jefe del Ejército, teniente general Roberto Bendini, será castigada como consecuencia de los hechos ocurridos en la plaza San Martín y en el Colegio Militar de la Nación.
La decisión oficial de morigerar los alcances de las sanciones que había reclamado oportunamente el propio presidente Néstor Kirchner obedecería a la necesidad de bajar el tono a la confrontación entre el mandatario y sectores militares, para evitar que la crisis termine por agravarse.
También se habría optado por ese camino frente a versiones muy fuertes que maneja el propio gobierno en el sentido de que las sanciones, en el monto y número de involucrados previstos originalmente, podrían disparar una ola de pedidos de pase a retiro de jefes y oficiales descontentos con esa política.
Fuentes oficiales y parlamentarias ligadas al kirchnerismo aseguraron que, finalmente, serán diez los oficiales que recibirán sanciones por inconducta o actos reñidos con los reglamentos militares, las cuales, en la mayoría de los casos, no superan los veinte días de arresto.
Se trata de cinco oficiales que asistieron con el uniforme reglamentario al acto del 24 de mayo en la plaza San Martín, donde se rindió homenaje a los militares muertos a manos de la subversión en los años 70. También se incluye al jefe de esos oficiales, pertenecientes al Batallón 601 de Inteligencia, por haber permitido que sus subordinados concurriesen a esa demostración en ropa militar.
Los restantes cuatro oficiales a quienes se iniciará un sumario y serán sancionados con arresto son los que tenían a su cargo la seguridad y el control de ingreso de personas al Colegio Militar para el acto del Día del Ejército. Se les reprocha haber permitido el acceso de Cecilia Pando, la mujer del ex mayor Rafael Mercado, quien le gritó "hipócrita" y "mentiroso" a Kirchner, y de un grupo de madres de jóvenes que asisten a liceos militares, las cuales protestaron contra el cierre (luego abortado por decisión presidencial) de esos institutos.
Las fuentes dijeron que no se labrarían sumarios contra otros oficiales en situación de retiro que concurrieron de uniforme al acto de la plaza San Martín, ni tampoco a quienes, durante el discurso de Kirchner en el Colegio Militar, optaron por retirarse de la formación antes de concluir la alocución presidencial.
El gobierno buscaría así bajar el tono a la crisis militar y a algunos coletazos no deseados por Kirchner, como es la protesta de padres y de varios gobernadores provinciales por el eventual cierre de los liceos o su transformación en establecimientos civiles.
El ministerio de Defensa habría sido advertido (antes de esta decisión de reducir drásticamente el número de oficiales castigados tomada ayer) que entre el 9 y 10 del corriente habría una protesta de familiares de liceístas y de oficiales en actividad y retiro, para reclamar por la continuidad de esos institutos.
La demostración se iba a realizar en el patio de armas del edificio Libertador, sede del Estado Mayor General del Ejército y de la cartera de Defensa.
Kirchner prometió, el martes último, al gobernador de Mendoza, Julio Cobos, que los liceos continuarán como hasta hora, una decisión que, para algunas fuentes del kirchnerismo ligadas al área de Defensa, supone un desgaste en las posiciones fuertemente antimilitaristas de la ministra Nilda Garré, autora del proyecto ahora desactivado.
[Fuente: La Nueva Provincia, Bahía Blanca, Arg, 02jun06]
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