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04oct12
Alfonso Severo apareció y declaró: "El mensaje no fue para mí, fue para la Presidenta"
El testigo del caso Ferreyra se presentó esta noche en una remisería de Gerli, a la que llegó golpeado y maniatado. Luego fue llevado a un hospital y salió a declarar: "¿Cuánto más? ¿Me querían muerto a mí?". Afirmó que todavía no iba a dar detalles de lo ocurrido pero que sí iba a presentarse en el juicio.
Tras casi 24 horas de dramática búsqueda, apareció con vida Alfonso Severo y declaró. "Alguien tiene que hacer algo", dijo. El testigo del crimen de Mariano Ferreyra fue encontrado en una remisería de Gerli, hasta la que llegó golpeado y maniatado. El sitio está a pocas cuadras del lugar en el que había sido visto por última vez, el miércoles por la noche.
"Dijimos que iba a haber un muerto en ferrocarriles y lo hubo", afirmó el testigo del caso Ferreyra. Y tiró: "El mensaje no fue para mí, fue para la Presidenta".
Shockeado y con lágrimas en sus ojos explicó que no iba a dar detalles acerca de lo ocurrido. Que "hablaría con alguien de la Justicia", con alguien que "le diera pelota". "Pase lo que pase, voy a ir a declarar al juicio".
Al salir de la guardia del hospital Finochietto de Sarandí, Severo se expresó con las siguientes frases: "¿Cuánto más? ¿Me querían muerto a mí?, alguien tiene que hacer algo". "Denme una Visa y me voy, dejo de joder".
"Tuvimos la mala suerte de que se nos murió Néstor Kirchner, quien dijo que iba a ir hasta el hueso. Tuvo mala suerte de desaparecer. Nos facturan por ser kirchneristas", continuó.
Además Alfonso Severo aclaró que los únicos que lo apoyaron en todo esto fue la Policía.
Severo se presentó pasadas las 22 en un local ubicado en Mariano Acosta y pasaje Clemenceau. Llevaba colocados unos precintos de plástico y estaba vendado. Al parecer, había sido dejado cerca de ese sitio por un coche. La aparición del hombre fue comunicada de inmediato a sus familiares. El fiscal Elvio Laborde, a cargo de la investigación, se dirigió con rapidez al lugar, junto a policías del partido de Avellaneda. Severo, luego fue llevado al hospital Finochieto para ser sometido a distintos análisis.
El coche de Severo había sido encontrado este mediodía -con la noticia de su desaparición instalada en los medios- en el pasaje Angaco al 1500 de Gerli, también a pocas cuadras de su casa. El coche, un Renault Clío negro, tenía las llaves puestas y no faltaban elementos de su interior, precisaron voceros policiales a Clarín.com.
A media tarde, la causa había pasado de la Justicia bonaerense -el fiscal que intervenía era Alejandro Rojas- al Juzgado Federal que tiene el caso de Mariano Ferreyra. Por ese motivo, la investigación quedó a cargo de la Policía Federal, que incluso envió una comitiva de peritos para que trabajen en forma conjunta con sus pares de la Provincia.
Severo, un empleado de Ferrobaires, reveló en la etapa de instrucción del crimen que la agrupación del sindicato Unión Ferroviaria (UF) de Plaza Constitución guardaba armas en su oficina de esa terminal de trenes. Es más, según confió el abogado de la querella, Ismael Jalil, a Severo ya le habían baleado su casa y recibía amenazas telefónicas por sus declaraciones en este caso.
[Fuente: Clarín, Bs As, 04oct12]
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