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05oct12
Severo, un hombre que denunció a las patotas ferroviarias
Alfonso Severo había declarado como testigo en la instrucción del caso por el asesinato de Mariano Ferreyra. Se presentó ante la jueza Wilma López y quien por entonces era la fiscal Cristina Caamaño, hoy sumada al ministerio de Seguridad de la Nación. El día después del asesinato del militante del Partido Obrero, Severo denunció que le habían baleado su casa.
Conocía bien el submundo que rodea a las empresas ferroviarias y los negocios non sanctos de los sindicalistas. Severo era uno de los 350 testigos que fueron citados por el Tribunal Oral 21 que juzga al secretario general de la Unión Ferroviaria Pedraza y otros integrantes del gremio por la planificación y la ejecución del asesinato de Ferreyra.
Tanto Pedraza, como su segundo Juan Carlos "Gallego" Fernández y los acusados de haber disparado armas de fuego - Cristian Favale y Gabriel Sánchez-, están cada vez más comprometidos a partir de los testigos. Ayer tenía que declarar Severo, quien un día después del asesinato había dicho ante la Justicia que conocía el movimiento de la patota de la Unión Ferroviaria y que el 19 de octubre de 2010, un día antes del asesinato, "el delgado de la UF en Ferrobaires, Humberto Martínez convocó a los empleados para el día 20 para impedir que los tercerizados cortaran las vías".
El corte de vías era la acción de la que desistieron Ferreyra y los militantes que fueron atacados por la patota conformada por ferroviarios y barras bravas de equipos del Sur del GBA. Severo también detalló en Tribunales cómo fue el modo en que Pablo Díaz, delegado de la UF de la línea Roca, preso y acusado como Pedraza, hizo la convocatoria para aquel 20 de octubre.
Y aseguró que en la estación Constitución se guardaban armas.
En declaraciones periodísticas Severo había denunciado una patota instalada en Ferrobaires a cargo de un empleado de esa firma llamado Héctor "Chuli" Carruega. A Carruega lo acusó de haber llevado adelante varias acciones violentas realizadas en relación con los ferrocarriles y lo vinculó también con dirigentes duhaldistas relacionados con el manejo de los trenes. El testimonio de Severo aportaría más datos sobre las patotas armadas que giraban en torno a Pedraza.
No lo pudo dar ayer en el Tribunal. Pero ya lo hizo cuando se presentó para colaborar en el esclarecimiento del crimen de Mariano Ferreyra.
[Fuente: Clarín, Bs As, 05oct12]
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