EQUIPO NIZKOR
Información

DERECHOS


23oct10


El Partido Obrero acusó al Gobierno de querer "convertir a las víctimas en victimarios"


El giro del Gobierno descolocó al Partido Obrero (PO). De ser víctimas de una "mafia asesina", como había calificado el ministro del Interior, Florencio Randazzo, a la patota que baleó a Mariano Ferreyra, pasaron a ser definidos por la Presidenta como una "banda" con "grados esquizofrénicos", que pretendía protección de la misma policía a la que habían enfrentado días antes, cuando estudiantes universitarios tomaron el Ministerio de Educación.

Los dirigentes, de pronto, se encontraron con que el Gobierno acababa enrostrarles una versión aggiornada de la teoría de los dos demonios. Esa fue la metáfora que eligieron para responder. "¡Es una maniobra podrida!", bramó Jorge Altamira, líder del PO, en la conferencia que el partido ofreció ayer a la tarde para explicar que el único militante del partido citado por la fiscal Cristina Caamaño que todavía no había ido a declarar era Nelson Aguirre, el joven baleado en las piernas durante los incidentes de Barracas.

"Desde muy temprano en la mañana empezamos a advertir una maniobra del Gobierno que conocemos muy bien: convertir a las víctimas en victimarios", sostuvo Marcelo Ramal, referente porteño del PO, que, junto a la abogada Claudia Ferraro, indicó que otros dos testigos del partido, Lisandro Martínez y el abogado Gustavo Mendieta, habían declarado durante más de cinco horas ante la fiscal, el mismo día de la marcha.

"Que quede claro: el único que pidió una entrevista con la Presidenta soy yo", agregó Altamira, luego de que el partido negara que el ferroviario Diego Cardía (que había exigido una reunión con el Gobierno como condición para identificar a los tiradores) fuese del PO. Tampoco es delegado del Ferrocarril Roca, añadió.

Consultado por el cambio de postura del kirchnerismo, Altamira sostuvo que la Presidenta se enfrentaba a una crisis política peor a la del conflicto con el campo porque, en esta oportunidad, "el enemigo está dentro del Gobierno", en alusión a José Pedraza, secretario general de la Unión Ferroviaria.

"Es como con la bala que Elsa Rodríguez [la otra militante baleada del PO] tiene en la cabeza. Sacarla podría quitarle la vida", continuó Altamira, para concluir: "Pedraza es la bala en la cabeza del Gobierno. ¿Hay algún procedimiento para sacarlo y mantener con vida al esquema de poder del kirchnerismo?"

"Primero intentaron con la teoría del complot de [Eduardo] Duhalde. Después preguntaron qué hacía la izquierda en la protesta. Ahora buscan embarrar la cancha hablando de un enfrentamiento de bandas", sostuvo Christian Castillo, dirigente del PTS, que coincidió con Vilma Ripoll, del MST, al afirmar que lo que "busca defender el Gobierno son los negociados" de las empresas de los mismos sindicalistas que los acompañaron en el acto que la CGT realizó en River.

"Nos tiran con la teoría de los Dos Demonios", sentenció Ripoll.

[Fuente: Por Marcelo Veneranda, La Nación, Bs As, 23oct10]

Tienda de Libros Radio Nizkor On-Line Donations

DDHH en Argentina
small logoThis document has been published on 23Oct10 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes.