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15ene16
Cambiaron al jefe del Ejército y retiraron a 22 generales
El esperado recambio en la cúpula de las Fuerzas Armadas, finalmente anunciado ayer, llegó con cirugía mayor en el Ejército. La elección de un general "moderno", Diego Luis Suñer, como jefe de la fuerza, determina el pase a retiro de más de veinte generales más "antiguos", parte de una cúpula que fue moldeada en los últimos años por quien fuera el hombre fuerte de las Fuerzas Armadas durante el cristinismo, el ex jefe del Ejército César Milani.
Suñer, rosarino, 55 años, del arma de Ingenieros, actual director de Administración y Finanzas del Estado Mayor General, reemplazará al teniente general Ricardo Cúndom. Los cambios dispuestos por el presidente Mauricio Macri se completan con las designaciones del general de brigada Bari del Valle Sosa, como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, en reemplazo de Luis María Carena; el vicealmirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur, nuevo jefe de la Armada, en lugar del almirante Gastón Erice; y el brigadier VGM Enrique Víctor Amrein, en la Fuerza Aérea, que tomará el puesto del brigadier general Mario Callejo.
El ministro de Defensa, Julio Martínez, tomará juramento y pondrá en funciones la semana próxima a los nuevos jefes militares, en ceremonias por separado que se irán programando de acuerdo a los tiempos disponibles, ya que el ministro planea volar a la Antártida el jueves, a la base Marambio.
Al frente del Estado Mayor Conjunto, la decisión fue seguir manteniendo a un general del Ejército. Sosa, quien ahora será el militar más "antiguo" en actividad, es veterano de Malvinas, fue paracaidista y comando, y en sus últimos años su carrera se volcó al área de Educación: fue subdirector y director del Colegio Militar, director general de Educación, y rector del Instituto Universitario del Ejército. "Raleado" luego por Milani, según fuentes del área, fue recuperado por el general Cundom que lo puso en el cargo en que se desempeñó hasta ahora, director del Instituto de la Obra Social del Ejército (IOSE). Sosa toma el lugar de Carena, quien tenía fuertes lazos amistosos (sus respectivas esposas también) con el ex secretario Legal cristinista, Carlos Zannini.
En cuanto a Suñer, entra en su tercer año como general. Si bien fue parte de la cúpula que acompañó a Milani, y estuvo hasta ahora a cargo de las finanzas, fuentes oficiales lo catalogaron como un militar "profesional" que no tuvo relación con el manejo de los fondos de Inteligencia cuestionados al ex jefe del Ejército cristinista.
Defensa se impuso la misión desarticular todo vestigio de milanismo remanente, pero no fue fácil identificarlo porque tras la partida de Milani esas lealtades, propias de la verticalidad del Ejército, se fueron esfumando bastante rápido. De hecho, tras el abrupto e inesperado despido de Milani a fines de junio de 2015, en plena campaña electoral y como parte de una interna que explotó al modo pingüino y sin mucha explicación, lo sucedió el general Cúndom que pese a ser cercano a Milani era visto como un profesional.
Una consecuencia buscada respecto del Ejército es la salida de más de veinte generales, para reducir una cúpula sobredimensionada. El Ejército de Milani y Cristina Kirchner tuvo 55 generales, más que el de Videla y Viola en la dictadura. Fue parte del liderazgo con beneficios que instaló Milani entre sus altos mandos, una suerte de "generalato para (casi) todos".
La idea cerca del ministro Martínez es volver a una media "histórica" de unos treinta generales, con una cúpula "profesional alejada de cualquier proyecto político", al contrario de los intentos que se intentaron hacer en la gestión cristinista.
El corte fue menor en las otras fuerzas, donde asumirán Srur, hasta ayer Comandante de Adiestramiento de la Armada; y Amrein, director general de Educación de la Fuerza Aérea, veterano de Malvinas, ex jefe de la VI Brigada de Tandil, a quien sus compañeros apodan "el Pulpo".
Defensa demoró estos cambios unas semanas porque al asumir priorizó solucionar los problemas de falta de fondos para la campaña antártica, y pagar los sueldos. Martínez trabajó luego en estos recambios con el viceministro, Angel Tello.
En fuentes oficiales se afirma que se apuntó a objetivos "humildes" de "volver a la normalidad" con jefes castrenses abocados a sus tareas y Fuerzas Armadas que, ninguneadas los últimos doce años, "vuelvan a tener el reconocimiento de su gobierno".
[Fuente: Por Guido Braslavsky, Clarín, Bs As, 15ene16]
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