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04ene14
Desapareció hace dos años, jamás hallaron el cuerpo y esperan pericias para febrero
Ya pasaron dos años y dos meses de la desaparición de Daniel Solano y aún no se sabe dónde está su cuerpo. Esta semana, el fiscal de la causa Guillermo Bodrato confirmó que recién en febrero se conocerán los resultados de las pericias realizadas en la comisaría 8ª de Choele Choel y en la Regional IV de Río Negro, donde se estima que pudo ser asesinado y enterrado. Sergio Heredia, el abogado de la familia, explicó a Tiempo Argentino que presentó nuevas pruebas contra el comisario Gedeón Parra, uno de los 22 policías implicados en el caso.
En octubre, Gendarmería Nacional recorrió ambas dependencias policiales con georadares para detectar irregularidades en el suelo. Los resultados fueron positivos y a mediados de diciembre un grupo de antropólogos forenses trabajó en el terreno y realizó excavaciones.
El fiscal Guillermo Bodrato confirmó este jueves que se pudo extraer material con ADN que será analizado y cotejado con datos genéticos de la víctima, aunque advirtió que los estudios estarán para febrero.
Nacido en Cherenta, provincia de Salta, Solano llegó a Río Negro como trabajador golondrina en octubre de 2011 para recolectar manzanas para la empresa Agro Cosecha Argentina SRL. Un mes después, en la madrugada del 5 de noviembre, desapareció. El joven de 27 años fue visto por última vez en la disco Macuba de Choele Choel, a unos 20 kilómetros de Lamarqué, donde estaba alojado junto a otros compañeros de trabajo.
Según lo declarado por los propios policías, ellos lo echaron de la disco a pedido de los empleados del lugar porque estaba alcoholizado y provocando disturbios. Luego, explicaron que lo dejaron en una esquina porque se había calmado.
La causa tiene más de 40 cuerpos y pasó por las manos de varios funcionarios judiciales. La jueza Marisa Bosco y el fiscal Miguel Ángel Flores fueron los primeros que tomaron el expediente hasta que siete intendentes de diferentes comunas del Valle Medio pidieran el apartamiento de ambos por entorpecer la investigación.
Luego de este impulso político, el juez civil Víctor Darío Soto se hizo cargo de manera exclusiva del caso junto al fiscal Guillermo Bodrato. Más tarde, la causa pasó a la jueza Natalia Costanzo, y tras su alejamiento, al juez Julio Martínez Vivot, sigue en la actualidad.
Por el secuestro, desaparición y crimen de Solano hay 22 policías imputados, 13 de ellos procesados de los cuáles siete están detenidos, aunque para el abogado querellante, Sergio Heredia, el caso es más complejo y desnuda la situación por la que atraviesan muchos ciudadanos que trabajan temporalmente en condiciones precarias en el campo.
Heredia cuenta con una custodia de la Gendarmería debido a las denuncias que lleva adelante contra el poder económico, policial y judicial de la región, a quienes vincula con otras desapariciones y con un sistema perverso de trata de personas que contaría con una aceitada cobertura de impunidad.
Ayer por la mañana, el abogado se presentó en la justicia para que se rechace el pedido de sobreseimiento del comisario de la seccional 8va, Gedeón Parra. "Llevamos pruebas que demuestran que poco después de la desaparición de Solano este hombre conformó una brigada parapolicial para que no se llegue nunca a la verdad."
Según Heredia, el comisario también fue clave "en dificultar la investigación de la desaparición de otro muchacho, el paraguayo Pedro Cabañas Cubas, quien fue encontrado en una isla del Río Conesa mutilado, en estado esquelético, sin las manos ni los pies."
Cabañas Cubas desapareció poco después que Solano, en febrero de 2012, y su cadáver apareció el 23 de octubre de ese mismo año aunque recién fue identificado hace dos semanas. El predio pertenece a la Estancia Negro Muerto donde trabajaba la víctima y cuyo patrón era el ciudadano boliviano Paulino Rivera.
Rivera, a su vez, fue clave en el inicio de la investigación policial por la cual se valió la jueza Bosco para no avanzar. El hombre dijo que, en la madrugada de ese 5 de noviembre, estaba en el bar El Tano de la terminal de Choele Choel donde circunstancialmente Solano le contó que quería instalarse en Neuquén. Esa versión coincidió con la declaración del dueño del bar y una prostituta. Y la causa estuvo a un paso de ser archivada.
Causa paralela
A partir de la desaparición de Daniel Solano, la justicia investiga en paralelo a la empresa Agro Cosecha Argentina SRL y a su contratista, la multinacional Univeg Expofrut SA por presunta estafa laboral y trata de personas.
[Fuente: Por Federico Trofelli, Tiempo Argentino, Bs As, 04ene14]
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