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14feb07
15 años y 40 jueces después deciden apartar a un abogado por obstrucción en el caso Walter Bulacio.
El abogado del único acusado por la muerte del joven Walter Bulacio, tras un recital de los "Redonditos de Ricota" en 1991, fue apartado de su cargo. La decisión de que Pablo Argibay Molina, el ex defensor del comisario retirado Miguel Angel Espósito, sea desplazado en su función la tomó ayer la Cámara del Crimen.
Esa resolución judicial fue adoptada a raíz de las sucesivas presentaciones procesales que el abogado hizo en la causa y que llevaron a que el expediente se dilatara más de 15 años.
Los camaristas de la Sala Sexta apartaron a Argibay Molina argumentando que "el letrado empleó todos los recursos judiciales contemplados por la ley para oponerse a las sucesivas decisiones contrarias a su cliente y así extender los tiempos judiciales". Por esas razones, la causa, en la que ya actuaron alrededor de 40 jueces, continúa abierta sin que se haya podido llegar a juicio.
La medida tomada por la Cámara no es frecuente pero cuando los jueces entienden que la estrategia del abogado no es en función de defender a su cliente si no de dilatar la resolución del expediente tienen la potestad de separarlo.
De esta manera, la decisión de la Sala Sexta confirma la medida tomada el año pasado por el juez de sentencia Facundo Cubas a pedido, tres años antes, de la fiscal Mónica Cuñarro.
La nueva defensora oficial debería en el lapso de seis días hábiles, empaparse en el expediente y responder a los cargos que pesan sobre Espósito. Pero por el momento no está autorizada a hacerlo porque ayer a la mañana el imputado presentó la nota en la que rechaza la designación de la defensora y advirtió que se "está violando su derecho a defensa en juicio".
Durante toda la tarde de ayer, Clarín intentó repetidas veces comunicarse con Argibay Molina pero no lo consiguió.
Los vaivenes del caso comenzaron en setiembre de 1995, cuando se le dictó el procesamiento de Espósito. En marzo del 96 se cerró la instrucción y se elevó el expediente a un juzgado de sentencia, como dictaba el Código de Procedimientos anterior. Luego se le dio traslado a la querella y a los fiscales para que hicieran su acusación. En ese momento los dos pidieron 15 años de prisión para el policía.
La defensa tenía seis días para responder la acusación y, en caso de considerarse necesario, se les prorrogarían hasta 18. Pero esa respuesta no se formuló todavía. Hubo una serie de medidas dispuestas por la defensa —numerosas apelaciones e incidentes— que impidieron se llegara al juicio.
En 1997, un año después de que se presentara la acusación, los abogados de la madre de Bulacio pidieron por primera vez que Argibay Molina fuera alejado de la defensa y que una defensora oficial respondiera el trámite.
"Esta decisión llega 10 años tarde. Deberían haberla tomado cuando comenzaron todas la chicanas judiciales para impedir que el expediente siguiera su curso", le explicó a Clarín, quien fue la abogada querellante en ese momento, María del Carmen Verdú.
La familia Bulacio recurrió a la Corte Interamericana en 2003. El Estado argentino reconoció su responsabilidad sobre la Policía Federal. Y ese tribunal decidió dos cosas clave: que se reabra el caso y que el país adecue sus leyes sobre arresto de chicos a las internacionales. A fines de 2004, la Corte Suprema acató una decisión de la Corte Interamericana y ordenó continuar el caso que estaba por prescribir.
Walter Bulacio tenía 17 años cuando fue detenido por la Policía Federal cerca del Estadio de Obras Sanitarias, en el barrio de Núñez. El chico había ido a escuchar a los "Redonditos de Ricota" pero esa noche, la del 19 de abril de 1991, él y otros 72 adolescentes terminaron en la comisaría 35ª. Walter salió de allí por la madrugada, muy descompuesto, rumbo a un hospital. Murió días después.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 14feb07]
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