ACTIVIDADES PRINCIPALES
Desde 1991 a la fecha hemos tomado intervención directa en los principales casos de represión policial ocurridos en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, y nos hemos vinculado con los del interior del país. Con el criterio de rodear cada caso de activa solidaridad y lucha, hemos organizado y promovido en cada oportunidad marchas, festivales, radios abiertas y otras manifestaciones masivas.1- LA LUCHA CONTRA LA REPRESION POLICIAL:
Cada año en el mes de abril convocamos junto a organizaciones estudiantiles, sociales, de Derechos Humanos y corrientes políticas a la ya tradicional MARCHA POR WALTER Y POR TODOS, en el aniversario de la detención ilegal en un recital de rock del adolescente Walter Bulacio, quien murió días después como consecuencia del trato recibido en la comisaría 35ª. Estas marchas, que recorren el centro de la ciudad desde el Congreso Nacional hasta la Casa Rosada (sede del Poder Ejecutivo) suelen tener una concurrencia especialmente juvenil de varios miles de personas, habiendo llegado en ocasiones a reunir 10.000 manifestantes.
Los familiares de víctimas del gatillo fácil que forman la Comisión integrante de nuestra Coordinadora, codo a codo con la Madres de Plaza de Mayo, encabezan estas movilizaciones, como forma de sintetizar la clásica consigna común, BASTA DE REPRESION Y DE IMPUNIDAD - CASTIGO A LOS ASESINOS DE HOY Y DE AYER.
En la semana posterior a la marcha, cerca de la fecha de la muerte de Walter, todos los meses de abril organizamos festivales de rock gracias al aporte solidario de las bandas más populares vinculadas a la cultura juvenil. Elmás masivo, en el quinto aniversario del homicidio, convocó a 40.000 jóvenes en un parque público de Buenos Aires.
Desde 1995 encaramos decididamente la conformación de un movimiento nacional antirrepresivo, intensificando los vínculos con las nuevas organizaciones que se conformaron en todo el territorio argentino. Organizamos tres encuentros nacionales, el último en la ciudad de Córdoba en agosto de 1996, con la participación de 650 delegados representando distintos organismos provinciales. Se estableció un mecanismo permanente de consulta, intercambiode información, actualización y seguimiento de casos y una agenda de actividades comunes entre todos nosotros. En 1997, y como fruto de esta coordinación, se realizó en todo el país la PRIMERA JORNADA NACIONAL CONTRA LAREPRESION Y LA IMPUNIDAD. Con consignas y un documento conjunto, entre el 19 y el 26 de abril se realizaron actividades diversas en todo el país, como movilizaciones, recitales, mesas de debate, jornadas de ayuno, exposiciones, etc.
El 22 de noviembre de 1997 está previsto el Cuarto Encuentro Nacional, esta vez en la provincia de Sante Fe.
2- LA LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD DE LOS GENOCIDAS: La CORREPI ha sostenido siempre que existe una relación directa entre la represión de hoy y la impunidad de los genocidas de la dictadura, institucionalizada através de las leyes de obediencia debida y punto final y los decretos de indulto. Con ese criterio participamos activamente junto a los Organismos de Derechos Humanos tradicionales en todas las actividades vinculadas al reclamo de juicio y castigo, tratando de difundir el concepto de que no se trata solamente de un sano ejercicio de la memoria, sino que ambas peleas, la de hoy y la de ayer, tienen caracteres y protagonistas comunes.
Así tuvimos un decisivo papel en el ámbito que definió las características de la masiva demostración al cumplirse 20 años del inicio de la dictadura militar, el 24 de marzo de 1996. Conformamos entonces un polo de especial dinamismo y duras definiciones junto a otros organismos "nuevos" como los H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio, agrupación de los hijos de desaparecidos), otros tradicionales como la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos, y grupos estudiantiles, sociales y políticos. Desde ese sector contribuimos fundamentalmente a gestar una jornada de lucha que, reclamando la anulación de las leyes y decretos de impunidad y el castigo a los represores de la dictadura, incorporó definitivamente como problema actual de los Derechos Humanos la represión policial e institucional. Más de 50.000 personas, en la Plaza de Mayo, corearon junto con los Familiares que encabezaban nuestra columna consignas como "No hubo errores, no hay excesos, la yuta de Duhalde es igual que el Proceso", aludiendo a la tristemente célebre policía de la provincia de Buenos Aires, gobernada por Eduardo Duhalde, que acapara el 55 % del total de muertes civiles a manos de las fuerzas de seguridad del país, y renegando del discurso oficial que atribuye los 30.000 desaparecidos y los centenares de casos de gatillo fácil a "errores" o "excesos" de la represión.
Cada año, en el mes de septiembre, el movimiento estudiantil secundario y universitario y los partidos de izquierda se movilizan en el aniversario del secuestro de un grupo de estudiantes en La Plata ocurrido durante la dictadura. Sólo uno de los adolescentes sobrevivió para contar lo que conocemos como LA NOCHE DE LOS LAPICES. Nuestra privilegiada relación con los jóvenes, en especial el segmento estudiantil, nos ha impuesto un rol de coordinación de estas manifestaciones, que cada vez son más masivas, al tiempo que nuestros integrantes son convocados en ese mes a recorrer colegios y universidades para integrar paneles vinculando la represión de ayer con la de hoy.
3- LA LUCHA POR LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLITICOS: Si bien en Argentina existen organismos de larguísima trayectoria en la defensa de los presos políticos, como la Liga Argentina por los Derechos del Hombre,fundada en 1937, la CORREPI ha aportado también en esta área con nuestras herramientas y criterios renovadores.
La Comisión Argentina por la Libertad de los Presos Políticos es uno de los organismos con quienes trabajamos más cotidianamente, especialmente a partir de la creciente utilización del aparato judicial para reprimir los conflictos sociales. A medida que crece la resistencia popular a las políticas socio-económicas de exclusión, aumenta la necesidad del sistema de ejercer el disciplinamiento a través de nuevas formas represivas.Así, en los últimos tiempos se ha generalizado lo que llamamos la "judicialización de la protesta", a medida que más y más militantes opositores, activistas barriales, desocupados, estudiantes o dirigentes de los trabajadores son detenidos y procesados por delitos penales en ocasión de manifestaciones, marchas o movilizaciones públicas.
Fuimos punta de lanza en la gran campaña que se generó en solidaridad con los dirigentes de la Coordinadora de Desocupados de Neuquén, encarcelados luego de participar en una protesta en reclamo de pan y trabajo. De manera inédita la campaña por la libertad de los compañeros Horacio Panario, Alcides Christiansen y Basilio Estrada fue sustentada por todos los sectores del campo popular, sin distinción de banderas partidarias, y a ello no fue ajena nuestra labor de coordinación, ni nuestra prédica antirrepresiva.
La experiencia adquirida permitió que fuera cada vez más fácil encarar de modo conjunto la defensa de los centenares de procesados que hoy suman los conflictos sociales en todo el país, en la que la CORREPI participa activamente tanto desde el aspecto jurídico como en la difusión, denuncia y movilización públicas. Uno de los temas que hoy concita nuestra permanente atención es la situación del dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica de Río Grande (Tierra del Fuego) Oscar Martínez, quien será juzgado en el mes de febrero junto a los policías que reprimieron en abril de 1995 la movilización en la que fuera asesinado Víctor Choque, el primer muerto en una manifestación desde 1983. La acusación contra Martínez se basa en que "si no hubiera sido convocada la marcha no hubiese sido necesario reprimirla, y Choque no hubiera muerto".
Estamos promoviendo una campaña para exigir al Congreso Nacional el dictado de una norma que permita el desprocesamiento de todos los luchadores sociales, mientras reclamamos al Poder Judicial que las figuras penales no sean usadas con intencionalidad política para reprimir las protestas.
4- LA LUCHA POR LA CONCIENCIA POPULAR: La desinformación y los "discursos oficiales" impuestos por el poder a través de los medios de comunicación dificultan que la sociedad tenga elementos para hacer un análisis válido de la realidad. Por eso nuestros militantes dedican todo el tiempo necesario para responder las inquietudes de quienes nos convocan desde colegios, universidades, barrios o instituciones intermedias. Participamos en un promedio de diez charlas, debates, conferencias y mesas redondas por mes. En especial cerca de los aniversarios de la muerte de Walter Bulacio y de la Noche de los Lápices son las escuelas secundarias de la ciudad y provincia de Buenos Aires las que nos invitan.
Nuestros profesionales son requeridos a menudo como expositores en congresos, simposios y seminarios en los que se debaten temas vinculados a la represión, los derechos de los jóvenes, las políticas de seguridad, etc. Sin dejar el ánimo militante, hemos expuesto en universidades de todo el país nuestra doctrina, aunando a la teoría la práctica de la experiencia cotidiana.
Del mismo modo somos consultados con inusual frecuencia, para un organismo de Derechos Humanos, por periodistas del país y del extranjero, hecho que ha contribuido enormemente a la difusión de nuestro trabajo.